Almuerzo Coloquio del Club Siglo XXI

Con

JOSEP BORRELL
Ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación
sobre el tema
“Lo que nos jugamos en Europa”

El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ha iniciado su intervención haciendo una descripción del mapa político europeo tras las últimas elecciones celebradas en Suecia, que es un nuevo avance de los partidos de extrema-derecha.

Ha argumentado que la Unión Europea debe afrontar de manera conjunta los grandes retos a los que se enfrenta si no quiere "diluirse".

Entre estos grandes retos, el ministro ha destacado el del "espectacular" crecimiento en Europa de la población africana en los próximos años, tras la llegada de cientos de miles de inmigrantes.

"Y eso no lo vamos a resolver a lo Salvini, 'cierro los puertos', como tampoco es solución construir un muro alrededor del Sáhara, como me propuso Trump".

Para el ministro, el problema de la inmigración en Europa "no se va a resolver en un futuro próximo, porque es identitario, cultural, de la capacidad de absorber al diferente", y esa es una tarea para la que “El problema económico mal que bien lo hemos resuelto; el migratorio no porque no se arregla con dinero, es un problema emocional. Las sociedades europeas no están estructuradas para absorber a más de un determinado porcentaje de migrantes, especialmente si son musulmanes”

Ha asegurado que los problemas de Europa con la inmigración no se van a resolver ni cerrando los puertos ni, como sugirió el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, construyendo un muro "alrededor del Sáhara". "¿Usted sabe cómo es de grande el Sáhara? No puede ser más grande que la frontera con México",

Se ha mostrado muy crítico con los políticos que defienden “hipotéticos planes Marshall” para África porque las cantidades que hoy se manejan son muy inferiores a las que destinó Estados Unidos

a reconstruir el Viejo Continente tras la Segunda Guerra Mundial. Entretanto, China acaba de poner unos 60.000 millones de dólares (unos 51.700 millones de euros) sobre la mesa para invertir en infraestructuras en el continente africano, ha advertido.

Sobre la venta de armamento indicó que el Gobierno quiere hacer mas eficaces y aumentar los controles sobre las armas que España exporta creando "mecanismos de verificación posterior" para comprobar que no se han usado en conflictos bélicos vulnerando los derechos humanos.

Preguntado por varios asistentes sobre la situación de Cataluña, el ministro ha explicado que el discurso nacionalista y demagogo que se produce en Cataluña es el mismo que el que tiene lugar en el Reino Unido con los mismos argumentos: fuera del grupo "tendríamos más dinero y solos nos lo montamos mejor". Ambas posiciones parten de "posturas erróneas y postulados demagogos que lavan la conciencia de la mayoría con argumentos como el 'España nos roba" y que, en el caso del Reino Unido y su salida de la UE, "es un caso histórico de cómo un pueblo puede pegarse un tiro en el pie".

"Tengo que felicitarles (a los independentistas) porque han sido más hábiles y eficaces que el Gobierno" al lograr transmitir al exterior una versión de los hechos "con tintes épicos que se han visto reforzados con la existencia de la prisión preventiva de una serie de líderes", ha asegurado.

"Ya me gustaría a mí tener los medios y recursos que tiene Diplocat", argumentando que Cataluña ha superado a España en la difusión del "relato" independentista en el extranjero y que su ministerio debe ahora revertirlo.

Ha explicado cómo -hoy en día- las "batallas políticas" se ganan en el campo de la comunicación para conseguir "que tu relato se acepte como verdadero", un campo en el que los independentistas han ganado al Gobierno en el ámbito de la opinión pública, no así en el de los expertos y autoridades.

Ante una Cataluña que ha logrado exportar la idea de una "España represiva, con poder judicial no independiente y que no ha olvidado el franquismo", los anteriores Gobiernos "no han hecho lo que tenían que hacer para contrarrestar ese relato".

Ha admitido que dicha labor requiere de "medios, constancia y capacidad" y que el Ministerio de Asuntos Exteriores "no está diseñado para eso", pero lo intentará dentro de sus posibilidades.

También ha sido preguntado por si considera que Cataluña es una nación y ha explicado que él distingue entre una nación en términos políticos y económicos y una "nación socio-cultural y lingüística". Para el ministro de Asuntos Exteriores, resulta "evidente" que Cataluña, "desde un punto de vista socio-cultural y lingüístico, es una nación", aunque ha subrayado que no todas las naciones culturales conforman necesariamente un Estado.

 
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