Almuerzo-coloquio con Cayetana Álvarez de Toledo
Club Siglo XXI
Almuerzo-coloquio organizado por la Comisión de Debates
con
CAYETANA ÁLVAREZ DE TOLEDO
Portavoz del Partido Popular en el Congreso de los Diputados
presentador
ALEJANDRO FERNÁNDEZ
Presidente del PP en Cataluña
Moderadora del coloquio
PALOMA SEGRELLES
La Cataluña libre, tolerante, pacífica, luminosa, democrática y optimista pide paso. No eran un sol poble, ni el constitucionalista era un ser marginal, sino que formaba parte de una mayoría empecinada que ha sobrevivido heroicamente al acoso nacionalista y al abandono del resto de España y de sus élites.Detrás del nacionalismo no hay ni causas objetivas ni agravios reales, sino algo bastante oscuro y sórdido: la xenofobia. El Proceso no nació del amor a Cataluña, sino del odio a los otros españoles. No ha logrado forjar una nación catalana, ha roto una comunidad democrática.Frente al “fuera, fuera” que grita la tribu para expulsar al disidente, al discrepante, nosotros decimos: “dentro, dentro”. Esa es la fórmula que vertebra el pacto constitucional y que inspira el proyecto político que ahora tenemos que levantar.El PSOE debe hacer una enmienda total a su deriva reaccionaria de alianza con los nacionalismos tribalistas y excluyentes. El problema es que continúa por el camino de la legitimación y apaciguamiento del nacionalismo.Sánchez es –y solo podrá ser– presidente gracias a los partidos que promovieron la ruptura de Cataluña. Por eso sigue buscando un término medio entre la Constitución y el nacionalismo. La palabra diálogo es hoy un eufemismo de cesión. Hay que dialogar, sí, pero con los constitucionalistas, para devolver a esa palabra su sentido democrático. Estamos trabajando con decenas de ciudadanos, asociaciones y grupos de resistencia catalanes en el Libro Blanco para la Libertad en Cataluña, un plan de democratización que, frente a 40 años de repliegue del Estado, trabaja para el despliegue, la visibilización y el empoderamiento de los constitucionalistas. Todos tenemos una responsabilidad en el devenir democrático español: el Estado y la sociedad deben empezar a invertir en su defensa. Eso significa incentivos, candidaturas constitucionalistas, dinero público y presupuesto privado. Es el turno de los constitucionalistas, de los que no consideran que las calles sean suyas, porque son de todos; de los que no queman las calles de Barcelona, sino que las quieren cuidar; de los que sí quieren garantizar la convivencia entre catalanes y, por tanto, entre españoles. En el PP salimos a ganar las elecciones. Y, después, no habrá nunca un pacto de gobernabilidad a costa de la libertad y la democracia en Cataluña. Jamás. Quiero que Pablo Casado sea el presidente de un Gobierno que devuelva a España la fortaleza económica, la fortaleza institucional y la convivencia interna. El PP tiene que ser la alternativa de la razón españolaOtros eventos
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